¿QUIÉN?

¿Tendrán la culpa las muñecas con las que jugaba? 

¿Tendrá la culpa el sabor del primer beso? 

¿Tendrá la culpa Meg Ryan? ¿O quizá Julia Roberts? 

¿Tendrán la culpa las canciones de Eros Ramazzotti que escuchaba con ocho años? 

¿Tendrán la culpa mis abuelos? 

¿Tendrán la culpa las historias que inventaba con las Barbies? 

¿Tendrán la culpa los Manuales de amor de la Vale? 

¿Tendrá la culpa la sección 20 trucos para enamorar al chico de tus sueños de la Superpop? 

¿Tendrán la culpa esas revistas de preadolescentes? 

¿Tendrán la culpa los comentarios de las niñas de mi clase de 6º? 

¿Tendrán la culpa Rayuela?

¿Tendrá la culpa Mario Benedetti?

¿Tendrán la culpa los sueños que he tenido? 

¿Tendrán la culpa las parejas que me rodean? 

¿Tendrá la culpa la canción My girl? ¿O  You and I?

¿Tendrán la culpa los domingos?

¿Tendrán la culpa las velas?

¿Tendrá la culpa la bañera llena de espuma?

¿Tendrán la culpa las fresas?

¿Tendrá la culpa haber estudiado una carrera repleta de imágenes y referencias?

¿De quién...de quién es la culpa de este romanticismo atroz?

Oasis

¡pum pum! ¡pum pum! Bombea la sangre. La sientes ascender y descender por ese laberinto de arterias y venas; de sangre pura y limpia y de sangre contaminada. Te levantas, te vuelves a sentar. Cruzas las piernas, las estiras. El puntero del ratón sube y baja sin detenerse en nada. Trabaja, pero no trabaja. Hace como que. Como que miras ofertas, como que retocas una foto, como que te concentras, como que...
Pero el mismo pensamiento; la misma sensación. La ansiedad llamando a la puerta e intentando ser reprimida. 
Si te dejaras ir...tendrían que construir otra Troya para que volviera a arder...porque ardería, de eso estás segura. 
Esa sensación de estar un poco más alta, de estar, pero no estar; de soñar despierta; de desear con mucha fuerza y, paralelamente, perder la esperanza. De tener que, de tener que aprender, de tener que aprender a esperar, de tener que aprender a esperar y no desesperar y, sobre todo, de posar los pies en el suelo y calzarse las gafas de la REALIDAD.

Decisiones

Sorprenderte con gente (insospechadamente) equivocada con la que quiza gastastw mas tiempo del debido o descubrir verdaderos pastores en el camino