el noble arte de no esperar

El noble arte de no esperar. Simplemente dejar que suceda o no. Experimentar cada día la sensación de sorprenderse, de vivir los momentos como si fueran únicos, de tratar la vida como un regalo. En este arte no cabe el exceso. Es imposible. Solo el exceso de la sorpresa, pero como no lo esperabas, la pérdida no será terrible, sino un simple: "qué lástima. Otra cosa vendrá". Porque dicen que lo mejor siempre está por llegar, pero sin encarnar a ninguna Penélope.