martes, 1 de marzo de 2011

entender

- No te entiendo. De verdad que lo intento, pero no puedo.
- Ya, ni yo a ti y no te lo digo continuamente.
- ...
- ¿Qué? ¿No tienes nada que decir?
- ¿Por qué eres tan borde?
- No pretendo ser borde; simplemente, soy como soy.
- Pues ha sonado mal, muy mal y no entiendo por qué dices eso, así, sin venir a cuento.
- ¿Ves? Terminamos igual que empezamos.
- No, perdona, especifica y di "empecé" porque fuiste tú el que empezó esta absurda discusión y ni siquiera sé por qué.
- Pues por lo de siempre.
- Ya, por falta de entendimiento...

No hay comentarios:

Publicar un comentario